Acoso de llamadas comerciales: la GDPR nos puede proteger de ellas
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El acoso de llamadas comerciales ha llegado a tal punto de que muchos de nosotros no cojamos llamadas de números desconocidos, inventemos mil y una escusas para que nos dejen en paz o apaguemos el móvil bruscamente al oír frases como: "Buenos días, ¿hablo con el titular del teléfono...?"

¿Tengo que dar mi consentimiento expreso?

El cambio en la legislación, con la aparición del Reglamento Europeo de Protección de Datos (GDPR) hace unos meses, ha endurecido la protección de la información personal y sensible, por lo que las empresas han de asegurarse, entre otras cosas, que el usuario ha dado consentimiento expreso; pero, ¿qué significa eso?

Este término hace alusión a la realización de una declaración o una acción afirmativa que sea clara por parte del consumidor, es decir, que se eliminan las típicas casillas pre-marcadas con el pie legal, en el que supuestamente damos nuestro consentimiento para ser bombardeados comercialmente. Ahora, como usuarios tenemos que hacer clic en esta ventanilla, lo que viene a significar que así estamos dando nuestro consentimiento expreso, y ya no es algo que se dea por hecho (como era antes).

Este sencillo gesto hace que no tengamos que aceptar, por defecto, el hecho de que nos contacten telefónicamente, solo por el hecho de habernos descargado alguna información que nos interesaba.

Sin embargo, hay otros métodos eficaces más allá del consentimiento expreso, como por ejemplo, la inclusión de la denominada "Lista Robinson". Se trata de una base de datos de exclusión publicitaria donde, de forma gratuita, puedes inscribirte para que las empresas no te hagan este tipo de molestas llamadas, ya que es de obligada consulta para ellas antes de emprender una campaña de tele marketing. Eso sí, ten en cuenta que solo es efectiva contra compañías con las que no hayas tenido trato anteriormente.

En muchas ocasiones atendemos llamadas y, a pesar de decirle al operador que no nos interesa con mucha educación, este sigue molestándonos. En este caso, lo más fácil es incluir el número de teléfono dentro de la "lista negra" que nos proporciona el sistema operativo de nuestro móvil. De esta manera, cada vez que nos llame, nosotros no lo oiremos, simplemente nos avisarán de que nos han llamado con una señal silenciosa en el móvil.

Conclusiones

La nueva normativa de protección de datos reduce la capacidad de las empresas de llegar al acoso con llamadas comerciales, ya que el usuario debe dar su consentimiento expreso para recibir este tipo de comunicaciones. Si no lo cumple, la compañía puede llegar a pagar cuantiosas multas. En el caso de que demos este consentimiento y de repente nos veamos agobiados con las llamadas también podemos recurrir a apuntarnos a la Lista Robinson o a incluir el número en la denominada "lista negra" de nuestros contactos.

 

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